Esas casas viejas que sobreviven y colorean cualquiera de nuestros municipios, como esta en Albarracín (Teruel) que se muestra hecha a trozos y con diferentes tipo de materiales, empezando la piedra y por puertas de madera carcomida por los años.
Esas casas que superan el tiempo con mil colores sobre sus paredes y que permiten la entrada de la luz a través de sus diminutas ventas y persianas.
En las calles además aún se pueden ver estos tendidos eléctricos aéreos con esos empalmes en piezas de porcelana.
Bajo la propia casa, los escalones de piedra que salen de las viviendas, que marcan el curso de la calle, y que habrán pisado quien sabe cuantas personas a lo largo del tiempo.
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Fotografía tomada con NIKON D80 y tratada con HDR.
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