Lo evidente y la imaginación

En la fotografía, al igual que en la pintura y en la escultura, se abren puertas tanto hacia la exposición de lo evidente, de aquello que todos reconocemos sin mayor esfuerzo o de lo imaginable (aunque, en ambos casos, luego podamos valorar cada obra en mayor o menor medida) de tal manera que en el primer caso (lo evidente) el autor de la obra expone al espectador todo el contenido de una forma muy directa, y en en el segundo caso (lo imaginable) lo hace provocando su imaginación a través de imágenes cuyas conclusiones no siempre coinciden en todos los espectadores ni desde luego tienen por qué coincidir necesariamente.
Estoy últimamente explorando y trabajando principalmente en esta segunda vía, con imágenes como la que que muestro en este caso y como otras aún más "complejas" que iré mostrando como ejemplos de estas alternativas en la fotografía que me parecen tremendamente interesantes por la diversidad de posibilidades que ofrecen y por la oportunidad de invitar al espectador a crear su propia idea de cada una de las imágenes.
En cualquier caso, me gusta buscar en estas composiciones la textura, el color y la composición de elementos, de tal forma que el conjunto resulte atractivo y que por supuesto nos lleve a opinar.